![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqlemPjDEoAHLxIwSOu_6g2allnxIqQc5DVXnDaKHr5poCa7jix_KbkAhgTqHeKfAHOHkGWT4HeTeMX_phVvmNI08CWrWGF7ez1ROpAkRPuG3DPD8HgvUyes13ukqnyQ0dwEaO-9tVft2I/s400/Eduardo+MenaL,+GCMA.jpg)
RENACER fue creado por Gustavo Berti y Alicia Schneider, el 5 de Diciembre, de 1988, en la ciudad de Río Cuarto, Argentina, seis meses después que su hijo de 18 años, Nicolás, falleciera en un accidente de moto. Actualmente, existen centenares de grupos en Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, España, El Salvador, México, Los Estados Unidos y otros países en tres continentes y ahora en Costa Rica.
Dimos con Renacer a raíz de que, Mi esposa Ruth y yo, perdimos a nuestra hija Rebeca, de 18 años, junto con dos de sus amigos (Natalia y Diego) en un trágico accidente de tránsito en octubre de 2007, el mismo día del Referéndum por lo del TLC. Con su muerte, mi familia se vio confrontada, de manera inesperada e irreparable, con el dolor y el sufrimiento. Durante este tiempo hemos aprendido mucho acerca del sufrimiento. Hemos estado leyendo muchos artículos y libros, viendo videos, asistiendo a reuniones, participando en foros y nos hemos dado cuenta de que hay una enorme cantidad de padres que como nosotros han tenido que entregar a sus hijos a la vida antes de lo que hubiéramos deseado.
La pérdida irreparable de nuestra hija Rebeca nos hizo sentir una necesidad intensa de, en palabras de Gustavo Berti, fundador de RENACER, encontrar un sentido en el sufrimiento y transformarnos, en homenaje a nuestros hijos, los que partieron y los que aun están de este lado de la vida, en mejores personas, en seres más compasivos y receptivos al dolor de los demás, más solidarios y dispuestos a ayudar a otros padres que han de iniciar este duro camino después de nosotros.
Los que hemos perdido un hijo nos enfrentamos a una crisis existencial muy severa, a un gran sufrimiento espiritual, que no constituye en sí mismo una enfermedad pero para lo que no encontramos referencia previa en nuestra historia personal. Estamos enfrentados a un hecho natural de la vida que causa un inmenso dolor y aunque natural, no nos hallamos preparados para ello.
Perder un hijo es una circunstancia que es calificada como la crisis existencial más aguda por la que puede pasar un ser humano y para la cual no existe ayuda suficiente por parte de quienes no han pasado por esa experiencia, haciendo necesaria la agrupación entre pares.
Por esa razón es que estamos aquí. El único vínculo que es común, a todos nosotros en esta sala, es que hemos entregado a un hijo antes de lo que nosotros hubiésemos querido. Y eso nos ha puesto en una crisis existencial que nos hace preguntarnos por el sentido de la vida.
Esto nos lleva a la esencia de RENACER. La cual se fundamenta en el pensamiento de Víctor Frankl que dice que: “El hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”. Pero, ¿cómo es posible ayudar a un hermano que sufre por encima del propio dolor?
En eso es lo que consiste la Esencia de Renacer: ayuda entre pares, es decir, entre quienes sufren por la misma causa, y no quieren seguir viviendo de la manera en que lo están haciendo.
Es una ayuda para enfrentar al dolor, aprender de esta realidad que nos toca vivir, otorgar al sufrimiento un sentido y en ese proceso, dar un nuevo significado a la vida. Demostrando así a nuestras familias, a nuestros amigos, a nosotros mismos y a la sociedad entera, que es posible sufrir con dignidad y, a partir de Renacer, levantarnos por sobre nuestro dolor para ayudar a un hermano que sufre. Porque entendemos que el sufrimiento propio solo se trasciende en el sufrimiento del otro.
Renacer es un grupo de ayuda mutua, en el que nos reunimos todos en el mismo nivel. No hay jerarquías, no tenemos profesionales, a menos que ellos hayan entregado hijos como nosotros y quieran participar en las mismas condiciones que nosotros. A RENACER no entramos por méritos propios sino por la muerte de nuestros hijos. Ese es el único requisito de entrada. Y lo que venimos a hacer aquí, lo hacemos en homenaje a ellos.
Todo esto quiere decir que a RENACER venimos a servir. Porque entendemos que, contrario a lo que muchos grupos dicen, que hay que recibir primero para luego dar, nosotros creemos que es dando como se recibe. Es ayudando al otro en su dolor que yo encuentro la ayuda a mi propio dolor.
Renacer es un grupo sin identificación religiosa, pero respetamos todas las religiones, pues el sufrimiento es patrimonio de la humanidad entera y no de una determinada religión.
En Renacer tampoco tenemos identificación política ni endorsamos causa alguna que no sea la de ayudar a otros padres que sufren.
Hace 20 años, un grupo de padres, reunidos por la misma razón y con los mismos fines con que nosotros nos hemos reunido hoy, iniciaron un camino que no solo ha traído la libertad y la paz a sus vidas sino a la de miles que han seguido por este camino que nosotros emprendemos hoy juntos.
Eduardo Mena, 10 de marzo, de 2009.
Remena@costarricense.cr
Remena@costarricense.cr
No hay comentarios:
Publicar un comentario