
Enciende una vela, no para tu ser amado, porque no la necesita, ellos viven en la luz, sino para tí, para que no pierdas el camino y esta vela te recuerde que siempre hay una luz en la oscuridad, que aunque todo se vea en blanco y negro, esta vela le dará color a tu vida.
Talvez ahora piensa que esto es trivial y no te llene, pero al igual que la fe, debes alimentar cada día tu esperanza, anhelos, y sobre todo saber que la vida sigue.
Cuando ya no puedas más, recuerda que hay una vela encendida para tí.
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