
"La muerte y los niños" es un libro de la escritora sueca Elizabeth Kubler Ross, especialista en el estudio de la muerte. Es una obra maravillosa en donde los padres que hemos visto fallecer a nuestros niños podemos encontrar un halo de consuelo.
Dentro de sus teorías, la Dra. Kubler dice, que los niños que mueren apenas al inicio de su vida, son "almas viejas" que necesitan poco tiempo para alcanzar su perfección, antes de ir al cielo.
Aunque para algunos suene descabellado, pensar que nuestra bebé partió porque era un alma vieja, me tranquiliza.
Estoy segura que Raquel era perfecta, no solo física, sino, espiritualmente, estoy segura que su alma llegó al cielo y fue recibida con júbilo. Creo que ahora está allí velando para que Ernesto y yo pasemos por este dolor y podamos renovarnos integralmente.
Que se haya ido me duele hasta los huesos, nada pudo ser tan inesperado, nada puede ser más triste que nuestra hija no esté físicamente. Pero lo cierto es que aunque esta realidad me traspase el corazón, así es la muerte, inesperada, para todos, incluso para los niños.
4 comentarios:
Almas viejas y con una misión que cumplen y sin más regresan a la casa del señor.
Hoy me siento tan orgulloso de mi muchacho, hoy me siento tan orgullosos de todos lo niño y niñas, muchachas y muchachos, de nuestros hijos e hijas.
No hay duda todos fueron "Almas Viejas"
ManSua, Papá de Kyke.
yo no lo veo como teoría, lo veo como una verdad absoluta. No puede ser de otra manera. Cada ser que viene a la tierra tiene un propósito y no se va antes de cumplirlo, así sean segundos despues de nacer, o estando en el vientre.
Las palabras de la Dra. Ross me tranquilizan y me dan esperanza, en que lo que vivimos en esta tierra es infinitamente pequeño comparado con la totalidad de nuestra existencia.
Estoy convencido de las palabras de la Dra. Kubler Ross.
Por cierto me llama sobremanera la atención sobre el caso de la Sra. kwarts, Si alquien ha leido esta parte me interesa que comenta algo.
Att. Alvaro.
Hola Alejandra!
Me encanta leer lo que escribes, porque te estás dando la oportunidad de profundizar y conocer más sobre la partida de nuestros hijos. Creo que es un importante paso para poco a poco mirar las cosas desde otra perspectiva lo que te ayudará a trascender el dolor.
Al hablar de almas viejas, reconocemos la experiencia y sabiduría que tenían nuestros hijos y la existencia de una misión en el paso por éste mundo.
Gracias por compartir con nosotros el mensaje de amor de Raquel.
Un abrazo,
Hannia.
¡Hola Alejandra! De verdad que me gusta leer todo lo que escribes, pues se notan los pasos que vas dando para transformar el dolor en amor y homenaje a Raquel.
El dolor no se va nunca, pero lo puedes trascender y creo que eso estás haciendo cada día.
¡Siempre en mis oraciones! ¡Un abrazo!
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