Contáctenos:

Si desea participar en un Grupo escríbanos a: Renacercr@outlook.com o Vaya a: http://gruporenacercr.com/

Confieso


Confieso que he sentido el miedo más terrible de mi vida.
El día siguiente al nacimiento de mi hija, hace exactamente 5 meses, me paseaba por los pasillos de la clínica, llorando, mientras albergaba un miedo que no conocía en mi corazón. Mi hija podía morir.
Confieso que ese miedo se hizo más grande aún cuando en el Hospital de Niños, mi bebita amanecía todos los día en estado muy grave. Confieso que me aterré cuando sonó el teléfono para anunciar lo irremediable. Confieso que la muerte me provocó una marejada de dolor y el vaivén de las olas aún me golpea contra la realidad. Confieso que el sentirme tan pequeña, tan insignificante le dio un vuelco a mi existencia. Confieso que me siento vulnerable y que todos los días intento buscar el sentido nuevamente. Confieso que la muerte me noqueó en un solo round y me dejó tendida en el suelo.
Confieso que quise morirme junto a ella. Confieso que pensé que mi ser no valía la pena. Confieso que después de todo este tiempo, empiezo a despertar de esta paliza.
Confieso que no sé todavía cómo voy a lograrlo, pero sé que me levantaré. Confieso que esto nunca hubiera sido posible sin el amor de Dios transmitido en los amigos que nos han tendido la mano.
Confieso que ya no quiero morir, por el contrario quiero vivir, para honrarte Raquel, para amarte y seguir confesando al mundo que sos lo mejor que ha llegado a mi vida.

4 comentarios:

Eduardo Mena, Papá de Rebeca y Guayo dijo...

Me mataste con esas confesiones.

Se que han salido desde lo más cerano a tu esencia. Esa es la obra del mensaje de amor de tu hija en tu vida. Y de cómo has respondido ante lo que la vida te ha planteado con la muerte de tu hijita.

Me he visto en el espejo de lo que has dicho. Yo he sentido esos miedos.

Gracias por compartirlo!!!

Roberto y Silvia, papás de Rebeca dijo...

Hola Ale, me sacastes las lagrimas...

Compartimos contigo esos terribles miedos, que aún, Roberto y yo los sentimos, De que va pasar? Como nos vamos a levantar de nuestra última esperanza que era Rebeca? y si Dios nos va a permitir ser padres del corazón(adoptivos)?

Pero gracias a que insististes en hablar con nosostros y llevarnos al grupo RENACER, hoy tres meses y medio de la partida de nuestra princesa, nos sentimos un poco mejor y hemos sentido y vivido con los padres de RENACER, otras experiencias y nos hemos dado cuenta que se sigue viviendo con este dolor pero a la vez se convierte en un gran amor por nuestros hijos.

Un abrazo a todos!!!

Alvaro Alvarado dijo...

El dolor de la pérdida no lo podemos evitar, pero también es una gran oportunidad de poder cambiar y ser mejores. Tambiéen el darnos el chance de conocer seres extraordinarios como ustedes que tomaron la dicisión de trascender el dolor por ayudar a otros en las mismas o peores condiciones. La labor de moldear es dolorosa y paciente, pero el resultado será una obra de arte.

ManSua dijo...

Yo quiero confesarte Ale que he pasado por los mismos miedos, por el haber perdido el sentido de la vida, por haber perdido las ganas de vivir, por haber perdido la esperanza...

Pero hoy luego de que el tiempo ha pasado y escuchando atentamente el amor que trasciende la muerte de nuestros hijos... hoy tengo esperanzas, hoy soy una persona feliz, hoy quiero vivir intensamente, hoy quiero disfrutar de mi presente que es lo único que realmente tengo...

Y lo mejor de todo es que hoy soy una mejor persona y cada día que pasa trabajo para ser mejor…

Doy gracias a Dios por la bendición que han sido las gentes que Dios ha puesto a mi lado en todos estos tiempo porque en ellos también he visto la mano de Dios ayudándonos.