
Mañana es un día importante para mí. Después de la muerte de nuestra hija debo regresar al trabajo.
Todo el mundo me dice que es mejor, que voy a ocupar mi mente en otra cosa. Sin embargo, sin afán de empezar este proceso en no, simplemente me pregunto, cómo puede una mamá regresar a la normalidad del mundo, cuando ella nunca más podrá ser normal. ¿Qué es ser normal ahora? Normal no existe, nunca será otra vez. Normal es un estado que los padres que hemos perdido a nuestros hijos no podremos hacer nuestro jamás.
Me embarga un sentimiento de impotencia, porque la normalidad del mundo me ahoga, me rastrilla por la calle, me abre grietas en la piel, pero más en el alma. Podría decir que me repugna la alegría del mundo, las vanalidades que antes consideraba importantes, los "problemas laborales". Nada es importante ahora.
Como preámbulo a mi día de mañana, hoy fui a sembrar plantas al cementerio. Hablé con Raquel, le dije que ya no podría ir tan seguido, que de manera obligada tenía que continuar sin su presencia física en este mundo. Lloré, lloré mucho frente a su jardín. ¡Su cuerpo está ahí, a tres metros de mí, no está en una cuna en mi casa, está ahí, en una caja de madera! Me aterra pensar que, como materia que es, pronto no existirá.
¡Qué dolor! Es indescriptible este dolor. Como dice la psicóloga del Hospital de Niños, es un ácido que te carcome cada día más, porque es ausencia es mayor conforme pasa el tiempo.
Así que mañana tendré que ir a enfrentar un mundo que ya no es igual y que nunca lo será, porque la muerte de Raquel, se llevó el color, la alegría y las sonrisas que salen del corazón para siempre.
Todo el mundo me dice que es mejor, que voy a ocupar mi mente en otra cosa. Sin embargo, sin afán de empezar este proceso en no, simplemente me pregunto, cómo puede una mamá regresar a la normalidad del mundo, cuando ella nunca más podrá ser normal. ¿Qué es ser normal ahora? Normal no existe, nunca será otra vez. Normal es un estado que los padres que hemos perdido a nuestros hijos no podremos hacer nuestro jamás.
Me embarga un sentimiento de impotencia, porque la normalidad del mundo me ahoga, me rastrilla por la calle, me abre grietas en la piel, pero más en el alma. Podría decir que me repugna la alegría del mundo, las vanalidades que antes consideraba importantes, los "problemas laborales". Nada es importante ahora.
Como preámbulo a mi día de mañana, hoy fui a sembrar plantas al cementerio. Hablé con Raquel, le dije que ya no podría ir tan seguido, que de manera obligada tenía que continuar sin su presencia física en este mundo. Lloré, lloré mucho frente a su jardín. ¡Su cuerpo está ahí, a tres metros de mí, no está en una cuna en mi casa, está ahí, en una caja de madera! Me aterra pensar que, como materia que es, pronto no existirá.
¡Qué dolor! Es indescriptible este dolor. Como dice la psicóloga del Hospital de Niños, es un ácido que te carcome cada día más, porque es ausencia es mayor conforme pasa el tiempo.
Así que mañana tendré que ir a enfrentar un mundo que ya no es igual y que nunca lo será, porque la muerte de Raquel, se llevó el color, la alegría y las sonrisas que salen del corazón para siempre.
4 comentarios:
Mañana te vas a levantar con fuerza, con dignidad y sobre todo con postura de solidez. Recibas los cariños de todos y sientelos inclusive de aquellos que ni siquiera saben por los que estás pasando. Con dignidad porque eres una guerrera de luz. Alguien especial que ofreció a Dios el regalo más grande con todo tu amor. y eso nadie lo hace.
Así que ánimo Ale, con paso firme y seguro que te acompañamos muchos en este camino.
Atte.
Alvaro
Ale, te comprendo perfectamente, ese dolor y ese temor los conozco.
Inevitablemente, la vida sigue y nos obliga a "readecuarnos" a la normalidad... Es muy duro, pero creo que no hay otra opción.
Y en este proceso sin fin verás como, poco a poco la vida, por medio del amor tan fuerte entre Ernesto, vos y Raquel te irá mostrando que "el color, la alegría y las sonrisas que salen del corazón" ahora obtienen una tonalidad más brillante, porque a partir de que empezaste a ser mamá llevas dentro de ti una luz impresionante llamada Raquel y eso no permitirá que vuelvas a ver la vida como antes... Raquel mejoró tu vida, porque a pesar del dolor y la separación física no te trajo más que AMOR y no quiere para ti menos que AMOR.
Ahora sos una mujer nueva que lleva dentro de su alma un pedacito de Cielo. Ernesto y vos tienen a alguien, carne de su carne, sangre de su sangre al lado de Dios que es todo AMOR.
La fuerza de tu hija luchadora está dentro de vos. Adelante Ale, no cualquiera tiene ese privilegio.
Estoy con vos, un abrazo
Alejandra: Tus pensamientos en este blog siempre son muy rofundos. Estoy de acuerdo contigo en que lo normal NO existe, nunca será otra vez". Así es, a lo normal nunca volveremos. Pero ahora tenemos que ir a "enfrentar un mundo que ya no es... y nunca lo será...". Veo en estas palabras esa actitud valiente de enfrentarse a la vida y seguir caminando. Esa disposición a aprender a vivir una nueva vida. La cual, poco a poco vendrá aflorando y trayendo de vuelta el color, la alegría y las sonrisas a tu corazón por siempre. Que pases un lindo día!. Te amamos.
cómo puede una mamá regresar a la normalidad del mundo, cuando ella nunca más podrá ser normal. ¿Qué es ser normal ahora? Normal no existe, nunca será otra vez. Normal es un estado que los padres que hemos perdido a nuestros hijos no podremos hacer nuestro jamás.
Publicar un comentario