No hay nada como una bella reunión de pares para que nuestros corazones tengan paz, con gente como todos nosotros que nos miramos como si fuéramos espejos, reflejándose en cada uno de nosotros nuestra propia vida, nuestro propio camino.
Ayer fue una bella reunión de pares, y quiero dar gracias a todos por mostrar sus corazones, por mostrar sus angustias, esperanzas y hasta sus mejores risas.
Cada reunión se convierte en enseñanzas que me ayudan en mi crecimiento, y esto lo digo porque las palabras que provienen de todos ustedes, son razones y fuerza para seguir cada día aspirando a ser una mejor persona, a seguir adelante.
¿Porque nosotros que ya tenemos cinco años llegamos a un grupo como renacer?, la respuesta es por todos ustedes y por los padres que en el futuro vamos a conocer, por sus tristezas, enojos, angustias, alegrías y esperanzas, por todos sus hijos y todas las enseñanzas que de ellos aprendo cada día, porque mi espíritu me dice que es donde debo estar para compartir con ustedes nuestro camino, nuestras tristezas, esperanzas… nuestra vida.
Es difícil decir esto pero es lo que siento, la muerte de Kyke ha sido tan bella como su nacimiento, su existencia espiritual es tan plena como lo que fue en el pasado su vida física, y lo digo porque siento que percibir esto ha implicado mi crecimiento espiritual, ha requerido de mi un cambio espiritual dejando de pensar con la razón y permitiendo que me guie mi corazón.
El crecimiento espiritual es gracias a toda nuestra vida, a gentes como todos ustedes, a la gente con quien comparto mi vida, a mi amada Daisita y en especial y sobre todo a mis hijos, con ellos, con los dos, con su amor es que tengo la certeza que transito por el camino correcto hacia Dios, hacía donde están mis seres queridos que Dios ya ha llamado, es el camino hacia donde mi amado Kyke.
Hay algo que siempre me ha llamado a reflexionar a través del tiempo, es la figura del horizonte, y es para mí la figura más significativa de la naturaleza, es porque mi camino va hacia él, siempre se ha dirigido hacia él, y con cada paso que doy este se aleja planteando nuevos caminos, nuevas vivencias y sin saber yo, cuando será el día que Dios me llame a su presencia y con ella estar en la presencia de Kyke, ese día habré llegado a ese horizonte esquivo, que siempre me planteó mi crecimiento espiritual.
¿Porque voy a Renacer?, voy porque Dios está ahí… siempre, al lado de nuestros hijos… siempre.
Aquí ManSua. Saludos.
4 comentarios:
Definitivamente ahí está Dios.
ESOOOOOO, manrique, si que sabés abrir tu corazón tambien al escribir, si hay algo que nos de luz, es SER NOSOTROS ... UN ABRAZO
Manrique, gracias por compartir esta reflexión. No me cabe la menor duda que el Señor me habla cuando los escucho y leo.
Él sabe cómo y cuándo acercarse, nosotros debemos sólo estar receptivos y abiertos a dejarlo entrar.
Un abrazo.
Hola Manrique, mejor no lo pudistes describir, definitivamente la presencia de Dios y la de nuestros hijos están presentes en esas reuniones, compartir experiencias con cada uno de ustedes es como magia, esperanza de que los que estamos recientes en nuetro duelo vamos a pasar esa puerta de la que nos habla Eduardo para así poder sentir paz en nuestro interior.
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