Los catorce años de vida de nuestro hijo hoy son inspiración, senda y camino para intentar ser cada día mejor persona, y no quiero hacerlo porque quiero vivir su vida o porque lo he idealizado, quiero hacerlo porque quiero estar con él en el futuro cuando termine mi pregonar en esta vida, y también porque su vida me dejo buenos ejemplos y me gustaría llegar a tener lo que Kyke tuvo en grandes cantidades, que es la bondad y solidaridad brotando de mi alma naturalmente sin tener que forzar nada; tendré toda la vida para intentarlo e ir aprendiendo a través del tiempo y doy gracias a Dios que me dio a Kyke como ejemplo para saber cuál es el camino.
Esto lo he escrito por mi hijo Manri, pero tengo que también decir que cada uno de los hijos que nos han dejado y he conocido su historia a través de sus padres, me han enseñado y me enseñan a diario la senda de los que se han ganado el cielo, el ejemplo perdure y seamos tierra fértil para sus enseñanzas en vida y ahora en su vida espiritual.
2 comentarios:
Muy lindo mensaje, a Dios gracias que contamos con ustedes como pareja la cual han avanzado un poquito más y nos pueden guiar de alguna forma por este camino de piedras y espinas.
Lo que viene es solo good, van a ver que sorpreson nos tiene Dios, para las próxima reuniones.
Me gusta eso de tierra fértil, es muy profundo... Creo que es algo que debemos fomentar para que las semillas sigan dando frutos y el ciclo se siga completando. No he oido eso antes en Renacer.
Por otro lado, veo toda una sociología del duelo (o del cielo, no se como llamarla, denle nombre...) que está surgiendo en medio nuestro gracias a esos hijos que nos han reunido.
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