Mi sobrina Sara tiene dos años y medio. Durante todo el embarazo de Raquelita, acompañó a mi bebé con sus besos en la panza, mientras yo le recordaba que ahí adentro se encontraba su primita.
Después de la muerte de mi hija, mi hermano (el papá de Sara), su esposa Vera y yo nos vimos en la encrucijada de explicarle a Sarita ¿qué se había hecho Raquel? ¿Está en la pancita? Sara continuaba buscándola en mi panza, hoy muy distinta a cuando la bebé habitaba en ella.
Ingenuamente, le dijimos que estaba en el cielo, que Diosito la había llamado. Luego aprendimos que esas son explicaciones que aún a una niña tan pequeña no deben darse, para no darle idea de un Dios castigador, de un Dios que se lleva a los niños. En su lugar, se recomienda que se les debe participar del funeral e indicarles exactamente lo que ha sucedido con palabras sencillas, ya que los pequeños no entienden que la muerte es permanente. De esta forma, sabrán que algo ocurrió y que se despidió al ser querido que no va a regresar.
Sarita, Raquel no está en la pancita. Su cuerpo se ha ido, no te la puedo enseñar como te prometí, no podremos jugar en la piscina como queríamos. Solo podremos recordarla con mucho amor y pensar que algún día sabremos por qué todos estos sueños no se realizarán.
Después de la muerte de mi hija, mi hermano (el papá de Sara), su esposa Vera y yo nos vimos en la encrucijada de explicarle a Sarita ¿qué se había hecho Raquel? ¿Está en la pancita? Sara continuaba buscándola en mi panza, hoy muy distinta a cuando la bebé habitaba en ella.
Ingenuamente, le dijimos que estaba en el cielo, que Diosito la había llamado. Luego aprendimos que esas son explicaciones que aún a una niña tan pequeña no deben darse, para no darle idea de un Dios castigador, de un Dios que se lleva a los niños. En su lugar, se recomienda que se les debe participar del funeral e indicarles exactamente lo que ha sucedido con palabras sencillas, ya que los pequeños no entienden que la muerte es permanente. De esta forma, sabrán que algo ocurrió y que se despidió al ser querido que no va a regresar.
Sarita, Raquel no está en la pancita. Su cuerpo se ha ido, no te la puedo enseñar como te prometí, no podremos jugar en la piscina como queríamos. Solo podremos recordarla con mucho amor y pensar que algún día sabremos por qué todos estos sueños no se realizarán.
1 comentario:
Ale, todo esto que estás aprendiendo forma parte del mensaje de amor de tu hija que ya está fluyendo a través tuyo hacia la vida. Como dijo Fernando, anoche en la reunión de Renacer, en medio de tanto dolor, nosotros estamos creando una nueva cultura... Gracias a nuestros hijos!!!
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