Yo era la promotora más febril del espíritu navideño. Desde mediados de noviembre, me picaban las manos por decorar la casa, escuchar villancicos y planear las actividades navideñas. Soñaba aun con Santa/Papá Noel, aun a mis treinta y pico y vivía fuertemente la esperanza e inocencia a través de mi hijo Gabo. Pero la primera navidad de Julián fue muy dura, la pasamos en medio de convulsiones y soluciones para soslallar ese nuevo desafío. Nuestro angelito, luchó, luchó, aún cuando sentíamos que estaba cansado y muy drogado, pero no se quejó. Resolvió intentar mermar la tristeza y preocupación que vivíamos ese fin de año con sus primeras y tímidas sonrisas.
Vino otro año y con él, otra Navidad. Esta si la pasamos de maravilla, la disfrutamos montones, llenos de esperanza pues Julián se dió vuelta por primera vez el 25 en la mañana. LLamamos a todos los habidos y por haber y a más personas. Gritamos las gracias a Dios por esta nueva señal de esperanza, de un futuro prometedor para nuestro hijo, días angustiosos y tristes en el pasado...
Un mes después se lo llevó la muerte, cruel y despiadada que no nos dejó terminar de celebrar más su vida, sus logros...
A la Navidad siguiente (esta), permanece un silencio en casa, un murmullo del viento que nos recuerda el vacío por la ausencia de nuestro héroe, nuestro ángel. A tí, mi bellísimo Julián, te dedico las fuerzas que Cristian, Gabriel y yo hemos recogido para no morir en el intento de sobrellevar estas festividades, llenas de música y jolgorio para los demás, mas no para nuestra familia.
Te extrañamos amor, te soñamos, y siempre te amaremos, en el silencio del ciprés y en el frío del villancico....
3 comentarios:
Connie todos recordaremos el regalo de dios, al julian darse vuelta y ayudar a ustedes a creer y sonreir, que te puedo decir yo hoy?.... nosé , pero esa señal de esperanza que un día acaricio sus vidas,nos recuerda que donde esta la herida esta el manantial, vendran mejores tiempos, confiemos,, Los quiero un montón y sobretodo entiendo el gran esfuerzo por sobreponerse y darle una mejor sonrisa a Gabo!!!!
Connie:
Casi pude sentir ese silencio de tu casa. Me parece majestuoso y solemne. Hay un tiempo para todo. Ya volverán los villancicos, Noel y las luces. Ahora es tiempo de escuchar a nuestro espiritu y crecer en el amor que te ha dejado tu hijo.
AL ver a los ojos a Julian en tu foto casi pude ver hasta las estrellas. Me transportó. Casi puede veerlo con mi Rebeca y el resto de los chicos. No solo nosotros habremos de estar unidos.
Gracias por abrir tu corazón con nosotros.
Connie, esas maravillosas palabras que brotan de tu corazón con tanta sensibilidad humana y de madre, me conmueven enormemente por que traes a mis mejillas lagrimas por que también estoy con mi hijo Fernando abrazado a su ausencia, a la falta de poder abrazarlo, gracias por ser parte de mi dolor Julian. Los quiero mucho.
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