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Pasando del dolor al amor…

IMG_9832b Hoy, 7 de octubre de 2009, es un día muy especial en nuestra familia. Solemne e inmortal!!!

En el primer año, después de la muerte de mi hija Rebeca, como dice Maná, la lloré un río. Todos los días, después de dejar a mi esposa en su trabajo y dirigirme al mío, pasaba por un sector de la Avenida 10, que se convirtió en mi Calle de la Amargura. Escuchaba la canción Vuelve, de Alux Nahual, intentaba cantarla, pero se me hacía tal nudo en la garganta, que lo único que podía era emitir gemidos de amor profundo que había en mi corazón. Y finalmente, como dice San Agustín, hablando de su propio dolor por la muerte de su madre, tenía que soltar el dique que tenía represadas las lágrimas y dejarlas correr hasta que nadase y descansase mi corazón con ellas en ese inmenso mar de lágrimas de mi amor reprimido.

Al verlo retrospectivamente, tengo que confesar que, hasta el día de hoy, todas mis lágrimas han sido de puro amor. Yo no he experimentado resentimiento, enojo, ira contra la vida, los demás o contra Dios. Al contrario, siempre me he sentido muy acompañado por Su amor y por los que me rodean. En todo este proceso doloroso, me he sentido conocido y amado por Dios. Así que desde lo más profundo de mi corazón le estoy muy agradecido. Porque yo sé lo que sufren y luchan algunos con esto. Pero esta ha sido mi experiencia y no la puedo ocultar ni negar.

Llorando sin poder contener el llanto, me preguntaba: ¿será que voy a poder dejar de llorar algún día? ¿Es esto TODO lo que me ha dejado Rebeca? Yo tuve una relación lindísima con mi hija! Pero si nosotros estábamos unidos espiritualmente de una manera muy particular, cómo es posible que no pueda recordarla sin llorar, me preguntaba incansablemente. A veces sentía que ella estaba sentada en el asiento de al lado, algo triste por verme llorar desconsolado. Hasta que un día, leyendo de otros padres que han pasado por esto mismo, comprendí que, si bien hay un tiempo de llorar, eso no lo es todo, hay muchas maneras más de recordar a un ser querido ausente. Hay un tiempo de llorar, pero también hay un tiempo de reír, de volver a vivir. Hay un tiempo para dolor pero también hay un tiempo para el amor. Aprendí que un hijo muerto puede ser tu verdugo, o bien, si se lo permites, puede ser tu maestro y enseñarte a sacar lo mejor de ti para hacerle frente al hecho inevitable de su partida, para enseñarte a vivir una nueva vida.

Así que, me dispuse a ser enseñado. Yo quería aprender. Quería vivir de otra manera, ser mejor, tener paz. Si la muerte de mi hija era un hecho irreversible, no iba a hacer nada para tratar de cambiarlo y por el contrario, iba a hacer todo lo posible por aprender de la muerte y la vida y de cómo tenía que vivir, qué tenía que hacer ahora que mi hija no estaba. Por ese tiempo trabajé a lo largo de año y medio, en cada momento libre, haciendo un Foto libro, que sirviese para mantener vivía su memoria (Porque me aterraba el miedo de olvidarla). En ese tiempo, dejé derramado mi corazón en ese proyecto. Tal vez, por eso es que, constantemente recibo correos, llamadas, de las personas que lo leen para decirme cómo han sido impactados por su vida. (Es que al leerlo reciben algo de ese amor emitido) Me dediqué a leer y aprender. Yo estaba decidido a atravesar la muerte con mi vida. Pasar a través de todo ese dolor que me había estado confrontando. Yo tenía la certeza que del otro lado de la pared estaba el amor que yo tenía por mi hija esperándome. (Y aunque no he dejado de llorar, ya no lloro desconsolado como lo hacía).

Entonces, empecé a entender ciertas cosas que me llevaron a buscar a otros padres que al igual que yo enfrentaban la muerte de sus hijos. Conocí gente en foros, en libros, me reuní eventualmente con algunos, hasta que di con Renacer y entonces se me encendieron todas las luces del tablero. Así fue como, al no haber un Grupo Renacer en Costa Rica, les propuse a otros padres que lo empezáramos nosotros. Y así fue como a inicios de 2009 nos embarcamos en esa aventura de vida que trae tanta vida.

Ruth, mi esposa y mi compañera más cercana en esta ruta, dice que nuestros cambios más profundos y acelerados realmente empezaron con Renacer. En Renacer estamos aprendiendo, junto a otros compañeros de ruta, a enfrentar el dolor y a cambiarlo por amor. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para entender y aprender de lo que nos ha pasado y eso le ha dado un nuevo sentido a nuestro sufrimiento. Estamos yendo más allá de nuestro propio dolor, para ver el dolor del otro, y eso nos hace más humanos y mejores personas cada día.

Una de las cosas que he aprendido en este tiempo es a ubicar la muerte de mi hija en el tiempo, como un hecho histórico, algo innegable, que ya está, no se pude cambiar, nadie lo puede anular. Está ahí, en los anales de la historia y por la eternidad, como algo concreto que hace que la eternidad tenga sentido para mí. Y que a la vez, me permite tener una nueva comprensión acerca de la muerte y de la vida.

Nuestra hija Rebeca murió hoy hace exactamente dos años y hoy ha salido al mercado el primer CD de Punto 75, el grupo del que es parte mi hijo Guayo y del que Rebe era su primer fan!!!. Estos dos hechos, juntos de esta manera, reflejan cómo es nuestra vida ahora. Muerte y vida han llegado a ser para nosotros las dos caras de una misma moneda. A través de ella hemos empezado a valorar el verdadero sentido de la vida. Muerte y vida están perfectamente hilvanadas en nuestra existencia como seres humanos, la cual trasciende los límites del tiempo y el espacio.

Por eso es que, en este aniversario, lejos de llorar y lamentarnos por una pérdida, en familia hemos hablado mucho sobre la presencia real de Rebeca en nuestra vida. De todas las cosas que la vida nos ha deparado con su muerte, al punto de que, en lugar de lamentar, solo hemos podido agradecer y anhelamos celebrar la vida en su honor!.

Queremos Agradecer a tantas personas que nos han apoyado, algunas ni se lo imaginan, con sus emails, notas en FB, blogs, cartas, pláticas, llamadas, mensajes te texto, etc. Para contarnos cosas relacionadas con Rebeca que han tocado su vida. Agradecerle a Uds., compañeros en Renacer, que nos aceptan y acompañan de una manera incondicional y finalmente, agradecer a Dios por el don inefable de la vida y por permitirnos pasar por esta experiencia maravillosa que se llama vida. Hemos Renacido en Renacer!!!

Gracias a tod@s por su amor!

7 comentarios:

ManSua dijo...

Qué ejemplo maravillas de vivir en el amor a voz Eduardo, Ruth y Guayo.

Gracias por compartir estos sentimientos con nosotros, nos hace crecer y creer en vivir en el amor.

Gracias a Rebeca por también enséñanos a nosotros a disfrutar de la vida de una nueva manera y Renacer.

Gracia a los cuatro, gracias.

Alvaro Alvarado dijo...

Estimado Eduardo y Ruth, hermanos en la misericordia de Dios. Bendito sea el día que tomaste la decisión de abrir Renacer en Costa Rica y participar a Hannia y a mi de este proyecto.

Sigan Adelante que estamos con ustedes.

Alvaro.

Fernando Piedra, papá de FER dijo...

Los lasos de muerte y dolor que un día nos cruzaron nuestro camino lleno de lágrimas, hoy que estas en el segundo aniversario de la muerte de tu hija, no lo celebramos con lágrimas de dolor si no más bien de alegría de saber que ella y todos nuestros hijos están en un lugar maravilloso, nuestros corazones, los cuales están unidos por una por un sentimiento de amor. Un fuerte abrazo a la distancia, los queremos mucho, y gracias por su ejemplo, Ruth, Guayo, Eduardo, y gracias Rebeca por este regalo.

Alejandra, mamá de Raquel dijo...

Eduardo, cuánto amor se ha generado desde que decidieron abrir RENACER CR, cientos de almas han sido tocadas, porque no solo son las nuestras, sino todas las de nuestros familiares y amigos, con quienes compartimos la experiencia transformadora de pertenecer a este grupo maravilloso. Todo esto se lo debemos a Rebeca, porque sin ella nunca hubieramos experimentado tantísimo amor.
Cuando me siento muy, muy triste y echo a correr el torrente de lágrimas, pienso en todos y cada uno de ustedes que han sufrido lo mismo y hoy ven al mundo con la mirada hacia arriba, dispuestos a continuar. Eso me calma.
Ustedes son mi bálsamo, los ayudantes de Dios en la tierra para remendar corazones heridos.
Muchas gracias y un abrazo en este día.

Carol Garro dijo...

Estamos con ustedes... celebrando la vida de Rebeca, conmemorando su paso luminoso por este mundo y tratando de pulir nuestras vidas para que, cuando Dios lo decida, podamos llegar a ese lugar donde ella y nuestros amados hij@a nos esperan. Un abrazo para ustedes Ruth, Eduardo y Guayo!

Roberto y Silvia, papás de Rebeca dijo...

Eduardo, te admiramos mucho por la manera en que vez la vida después de la partida de tu Rebe, compartimos los comentarios de nuestros hermanos de RENACER, que le debemos todo este ejemplo de familia, de amor, de paz y solidaridad a tu amada hija Rebeca.

Hoy, en este día estamos con ustedes de corazón, un abrazo a toda la familia y a todos los padres de RENACER, que hemos aprendido mucho en este corto tiempo de todos ustedes.

Gracias, REBECA... por todo este amor y por darle la luz a tus padres y a tu hermano de fundar "GRUPO RENACER"

Ernesto Castillo (Papá de Raquel) dijo...

Eduardo, muchas gracias por compartir estos sentimientos con el grupo. Realmente nuestras vidas pasaron por un punto de inflexión en el momento que vimos a nuestros hijos irse físicamente. Yo le doy gracias al Señor todos los días por manifestarse con nosotros a través de ustedes. Es un legado maravilloso de nuestros hijos.

Bendiciones.