Hoy fuimos al Camposanto en donde están los restos de mi hija Rebeca (N9 52 53.2 W84 03 39.0) y los de David Alvarado (N9 52 53.3 W84 03 38.1) hijo de nuestros amigos Alvaro y Hannia. Desde hacía como 3 meses no había vuelto a visitarlos y tenía muchas ganas de ir.
Aproveché para geo referenciar el sitio de las lápidas de ambos. Luego me vine a la compu y subí las coordenadas del GPS para ver la ubicación en el Google Earth.
Haciendo zoom in y zoom out de la ubicación, de repente, al ver la tierra desde el espacio, más o menos 64 Km de altitud, me vino esa sensación de inmensidad en la que ellos están.
Pero, al acercar la imagen del Google Earth hasta las lápidas en el Camposanto, sentí esa conexión que nos une indefectiblemente con ellos, de una manera espiritual, que solo los padres que hemos visto partir a nuestros hijos podemos comprender.
Dejé unas lágrimas de puro amor en su tumba mientras escuchaba The Scientist, de Cold Play, (una canción que a mi hija le encantaba) y luego una canción de Guayo, ya que Rebe era su fan #1. Todo esto me hizo recordar algo que he leído por ahí, que dice: “Acaso necesitamos su presencia física para seguirlos amando”
Te amo Rebe, nos hiciste pasar una linda tarde!
6 comentarios:
Nos encantó el título de tú artículo y nos alegra mucho que pasaran una linda tarde, a nosotros nos encanta ir al cementerio, sentimos paz, nos encanta escuchar las ramas de los cipreses cuando sopla el viento.
Un abrazo.
El vinculo que Dios nos regala con nuestros hijos o hijas la muerte jamas podrá con el, a de estar hecho del más puro amor que nos mantiene unidos con ellos para siempre.
Saludos
Me encantó Eduardo, es cierto, está uno tan ensimismado con el dolor, que se nos olvida muchas veces que aun cuando duela su ausencia física, no requerimos de ella para seguirlo sintiendo, amando, disfrutando. Gracias Eduardo, gracias Rebeca
Muy conmovedor, gracias Eduardo, Dios lo bendiga y lo siga iluminando.
Muy conmovedor, gracias Eduardo, Dios lo bendiga y lo siga iluminando.
Eduardo es muy bello y conmovedor su articulo, cuando se va alguno de nuestros hijos como nos ha sucedido a nosotros los de la familia Renacer, es que nos damos cuenta realmente que sigue habiendo vida aunque esta haya sido interrumpida por la separacion fisica de la muerte, porque nuestros hijos estan presentes en nosotros en todo momento, y es ahora cuando los tenemos mas presentes que aun cuando estaban a nuestro lado, porque en ese momento nunca creiamos que nos ibamos a separar. Pero a pesar de las circunstancias que vivimos el dia de hoy, ellos estan presentes y los seguimos amando igual, o diria yo con mas demostracion que antes.
Gracias por hacernos reflexionar en el amor a otro nivel.
A mi me encanta ir al camposanto donde se encuentran los restos de Susi, aunque siempre hay una lagrima, se que vive en otro nivel de vida y que la amo igual que a los hijos que tengo conmigo.
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