Renacer: Un Homenaje a la Vida

¡Hola a tod@s! Ingresé al Grupo Renacer porque envidio la manera en que mis tíos (Hannia y Álvaro) están viviendo el gran dolor de haber perdido a su hijo David. Y yo quiero vivir de esa manera.

Es una forma de vida llena de esperanza, e incluso aunque pueda sonar extraño, están alegres y transmiten esa alegría cuando conversan con alguien.

Cada vez que hablan de David, se les nota un brillo en sus ojos, y a pesar del dolor, siempre es agradable escucharlos y conversar con ellos.

Luego de hacerles varias preguntas, llegué a la conclusión de que lejos de aumentar el dolor cuando lo hablamos, éste va perdiendo fuerza hasta dar su lugar a otros sentimientos como la esperanza, la fe, la solidaridad, que permiten ayudar a otras personas que han pasado o están sintiendo lo que nosotros hemos sentido durante 1 año y 3 meses.

Doy infinitas gracias a Dios por permitirme formar parte de esta familia de Renacer. Y digo familia porque lo que compartimos en cada encuentro va más allá de una reunión de un grupo cualquiera. Acompañamos el testimonio de personas que nos cuentan sentimientos que vienen desde lo más hondo del alma y que sólo nos sentimos cómodos conversándolo con personas que son como nuestra familia.

De todo corazón felicito a los padres y familiares miembros de Renacer, pues creo que han sido muy valientes al aceptar esta bella forma de vida. Sé que el dolor no desaparece, y que hay días mejores y otros no tanto, pero estoy segura que Renacer va a seguir fortaleciendo a estas familias, a estas parejas, a estos familiares, que de otra manera no encontrarían el sentido para seguir viviendo después de una tragedia tan grande.

De verdad les digo que después de cada reunión siempre me embarga un gozo, que sólo puedo explicar como la paz que produce dar homenaje a David, y con él a cada uno de los hijos que se han ido antes de lo que hubiéramos deseado.

David sabe que después de su muerte física mi vida ha tenido un giro. Que me ha enseñado lecciones de vida que sólo aprendí después de su ausencia, y me he prometido y le he prometido a él que nunca volveré a cometer los errores que no nos permitieron conocernos y compartir más en esta vida.

A mis tíos les digo que los admiro, que desde siempre han estado en mis oraciones pero que desde ese 15 de marzo están en mi mente y en mi corazón día a día. Que le pido a Dios que nos permita compartir muchos momentos para conocernos mejor, para transformar este dolor en homenaje a la vida.

Y a ustedes, padres y madres, familiares de Renacer, mis más sinceros deseos de que cada día vayan encontrando un sentido, que cada día traiga las ganas y las fuerzas para seguir adelante.
Gracias por compartir con nosotros su testimonio, su vida. No se desanimen, que las cargas que
se nos presentan nunca sobrepasarán nuestras fuerzas, aunque a veces pensemos que no se puede más, siempre hay una fortaleza que nos envuelve y que viene de la compañía y las oraciones de las personas que nos aprecian.

¡Cuenten con mis oraciones por siempre! ¡Dios les Bendiga!

¡Un abrazo cariñoso!

Sindy (prima de David)